Desde 1869 hasta 1871 Botev trabajó de nuevo como maestro en Besarabia, pero manteniendo sus nexos con el movimiento revolucionario búlgaro y sus líderes.
Comenzó a trabajar con Svoboda (Libertad) un periódico editado por el eminente escritor revolucionario búlgaro Lyuben Karavelov.
Tras la muerte de Levski el Comité se dividió en dos fracciones: Botev, Stefan Stambolov y Panayot Hitov, optaron por propiciar un pronto levantamiento, mientras que Lyuben Karavelov consideró que era prematuro llamar al levantamiento.
Mientras rápidamente eran reclutados más combatientes llegaron las noticias según las cuales la insurrección había comenzado prematuramente.
Contaba con Nikola Voinovski (1849-1876), un egresado de la Academia Militar Nikolaev, que había sido teniente del ejército ruso.
Aparentando ser simples pasajeros, viajaron en un barco, del cual se apoderaron después luego por la fuerza.
Botev expuso sus motivos políticos al capitán austríaco Dagobert Engländer, quien terminó colaborando con ellos.
Los aspectos más controversiales de su biografía, incluyendo su ideología comunista y sus relaciones con anarquistas rusos, fueron deliberadamente diluidos para no ofender las sensibilidades de la burguesía liberal que ostentó el poder en la Bulgaria del siglo XIX.
En 1875 Botev publicó sus poesías en el libro "Cantos y Poemas", junto con otro poeta revolucionario búlgaro, Stefan Stambolov.
Otros son baladas románticas y líricas como Hadzhi Dimitar, quizá el más grande de sus poemas.
[5] En 1890 se erigió un monumento en la plaza principal de Vratsa en presencia del rey Fernando.
[6] Algunos de los búlgaros más prominentes en la historia del país en ese momento recientemente independiente, como Stefan Stambolov y Zahari Stoyanov, dedicaron mucha atención a Botev y a sus acciones por Bulgaria.
La gente en todas partes permanece quieta durante 2 a 3 minutos hasta que las sirenas se detienen.