En 1888, empieza a denominarse "Hotel", nombre de origen francés que otorga una connotación diferencial de servicio y trato respecto a las fondas tradicionales.
[1] El cambio y decoración del edificio se encargó al arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner.
Su interior es realmente admirable, la entrada tiene columnas de mármol, esgrafiados y lámparas con marcado estilo modernista.
Una gran chimenea en mármol fue modelada por Eusebio Arnau y realizada por Alfons Jujol, representa el paso del tiempo entre el nacimiento y la vejez, con el coronamiento de un gran escudo de España.
Coincidiendo con esta remodelación, se inauguró en el antiguo comedor modernista un restaurante que recupera la marca histórica Fonda España y que está bajo la dirección gastronómica de Martín Berasategui,[2][3] galardonado con 12 estrellas Michelín.