[4] El edificio sigue teniendo uso militar, si bien hoy en día sirve sobre todo como monumento histórico para visitas (está clasificado como edificio de grado I)[5] y alberga el Museo de la Caballería Doméstica.
Su entrada principal sigue sirviendo como concurrido paso entre Whitehall y St.
Solo se permitía el acceso al parque —entonces un jardín privado encerrado— al monarca y aquellos de sus cortesanos favoritos que tenían en su posesión uno de los pases confeccionados en marfil especialmente a este fin (una tradición que aún se mantiene hasta nuestros días, si bien los pases actualmente están hechos de plástico).
Con ello, ya no hubo sentido seguir teniendo a la Guarda de Rey en Horse Guards, que pasaría a servir para controlar el pasillo ceremonial de acceso al St.
[16] El complejo adquirió en esta etapa una disposición más formal y simétrica, característica de la época, confiriendo al edificio su aspecto actual.
El edificio en sí se convirtió además en refugio para otras tropas reales destinadas en Londres durante los tormentosos meses del invierno.
[2] Cuando se construyó el edificio original, la mitad norte de Whitehall aún no se había convertido en terreno del Almirantazgo (nombre que recibían los terrenos antaño reservados para el mando de la Marina Real británica).
En la cara que da a la avenida (la entrada), Horse Guards consiste en el corps de logis, a saber, el edificio principal donde está el paso arqueado a la plaza de ceremonias, que presenta un avant-corps coronado por un frontón, y dos avant-corps angulares que constituyen los anexos con las alas, cuyas anchas fachadas quedan mucho más adelantadas al edificio céntrico hacia la calzada de Whitehall.
[19] En su margen oriental, cara a la avenida, el patio aún conserva las dos garitas que servían para las dotaciones en servicio en Horse Guards (actualmente son dos de los puntos simbólicamente custodiados por guardias montados).
[3]La fachada en este lado exhibe un estilo arquitectónico atribuido principalmente a Vardy,[8] cuya influencia queda patente en un diseño menos robusto y rústico que el de la fachada occidental, aunque en línea con el estilo de Kent, sobre todo con respecto a los elementos prestados del otro lado del edificio, como sus ventanas alargadas.
El gran frontón que corona esta parte del edificio, directamente debajo del reloj, muestra en relieve el escudo de armas real (originalmente con el blasón de Jorge II), que ocupa la mayor parte del elemento, que a su vez no incluye ninguna decoración adicional.
[3] Más austeras todavía son las alas norte y sur,[2] que presentan un estilo arquitectónico similar, rematadas por sendos frontones con un ojo de buey cada uno, siendo su único elemento decorativo.
[20] Estos bloques están rematados por tejados a dos aguas con frontones enmarcados pero austeros, mientras que el centro del edificio tiene la forma de una estructura entre dos torres cuadradas, rematadas con pequeños tejados piramidales a cuatro aguas (llamados «pabellones»).
[8] El marco de la ventana céntrica es algo más ancho que los demás, y corresponde a la anchura del paso arqueado en la primera planta.
Tanto estas como las demás ventanas del edificio bordean láminas de vidrio divididas en cuadros (estilo veneciano).
La planta baja cuenta con cinco puertas arqueadas (tres correspondiendo al paso a Whitehall y una en cada extremidad), flanqueadas por el mismo tipo de ventanas arqueadas que se dan en la otra fachada del edificio.
[20] El edificio principal está rematado con una amplia balaustrada que rodea una terraza en la azotea, en cuyo centro está la torre del reloj, con su cúpula y linterna que alberga las campanas del reloj (véase a continuación).
[3] La planta inferior es un espacio abierto que reúne varias bóvedas interconectadas por medio de arcos, diseñado para el paso de carruajes y personas, y parte del cual alberga actualmente el museo del edificio.
[8] En los pisos primero y superior se conservan algunas habitaciones de considerable interés arquitectónico, como la del comandante en jefe del Ejército —antiguamente conocida como la Sala Levée—, el vestíbulo, que forma la parte inferior de la cúpula, o la biblioteca.
Las paredes están revestidas a tres alturas con un riel del dado moldurado y un friso adornado, rematado con una cornisa de modillón.
[8] La campana de las horas lleva la inscripción Long live the King 1789 («Viva el Rey 1789», siendo el año de su confección), mientras que las campanas de los cuartos tienen grabada cada una la inscripción Fear God and honour the King («Temed a Dios y honrad al Rey»); estas fueron confeccionadas un año más tarde, en 1790.
[2] Actualmente, la torre y su reloj tienen usos ceremoniales (como marcar el comienzo de la ceremonia Trooping the Colour, véase a continuación).
[24] Si bien, las críticas más tardías en este respecto serían más benévolas, entendiéndolo como un aprecio hacia la arquitectura conservacionista por parte de un artista conocido precisamente por sus métodos modernos para la época.
En canto a la fachada oriental, el arquitecto y paisajista de finales del siglo XIX Reginald Blomfield criticó en su libro A History of Renaissance Architecture in England, 1500-1800 que con su diseño, Vardy mostró que no tenía la más mínima idea sobre arquitectura gótica, aunque lo cierto es que Vardy nunca tuvo intención de aplicar a su fachada matices góticos o ni siquiera barrocos (por más que el palladiano sea considerado actualmente parte del barroco inglés).
El Museo de la Caballería Doméstica (Household Cavalry Museum) es un espacio museístico instalado en una sala abovedada de la primera planta del edificio, dividida por arcos, que ofrece exhibiciones que relatan la historia y presente del regimiento, su formación, su entrenamiento y sus misiones (domésticas e internacionales).
[12] El museo también ofrece a los visitantes probar los famosos uniformes del regimiento, con sus insignias e incluso armas antiguas o inhabilitadas.