Como su nombre sugiere, el libro es un comentario exegético del Cantar de los Cantares.
La teología de san Gregorio, sin embargo, se separa de la gnosis alejandrina en un aspecto esencial y distintivo como es la primacía interior del amor sobre el conocimiento.
Hay que enmarcar las homilías de San Gregorio dentro de los esfuerzos teológicos realizados en los primeros siglos del cristianismo para elaborar una exégesis cristiana del Antiguo Testamento.
En este sentido, el Cantar de los Cantares fue siempre un libro difícil, por su carácter epitalámico.
En algunos círculos de la tradición judía existía el convencimiento de que el Cantar no debía entenderse según su sentido literal sino que debía buscarse una interpretación alegórica o simbólica del mismo.