[1] Sucedió cuando aún no se habían puesto en funcionamiento los campos de exterminio y las matanzas aún se hacía por fusilamiento de las víctimas, aunque pronto dieron paso a la muerte por gas.[6] El einsatzgruppe estaba capitaneado por el SS-Standarteführer Wilhelm Fuchs, subordinado al jefe de la administración civil del territorio serbio, el SS-Brigadeführer Harald Turner, que controlaba la zona dividida en cuatro distritos militares.[5] Esta a su vez quedaba bajo el mando directo del comandante militar de ocupación.[9] Los internos sufrieron las represalias por las acciones de la resistencia, fijadas en cien fusilados por cada baja alemana.[9] Los judíos eran, a ojos de los alemanes, víctimas convenientes que servían para cumplir la cuota de las represalias sin agravar la resistencia que se hubiese fortalecido si se hubiesen fusilado serbios cristianos.[11][7] En diciembre Fuchs fue sustituido por un veterano del SD que había participado en las deportaciones de judíos en Polonia, Emanuel Schäfer.[12] Las condiciones en los antiguos pabellones de exhibición eran muy duras: existía hacinamiento y no había calefacción en una región en la que el río se congelaba en el invierno.[13] Los prisioneros pasaban hambre y se les forzó a administrar el campo, incluso la vigilancia del mismo.[17] Allí se cavaba con antelación una fosa, guardada por un destacamento de la Ordnungspolizei (policía regular).[20] El embajador alemán solicitó sin éxito en 1943 el traslado del campo lejos de Belgrado.