El ciudadano común vivía ajeno por completo a los cambios políticos y económicos que amenazaban sacudir las antiguas estructuras sociales.Ante tales ocurrencias y para evitar la difusión de las mismas se recurrió a un férreo control.Toda clase de documentación como cartas, gacetas o libros era secuestrada y remitida al despacho del Supremo para su evaluación.Se dejaron las puertas libres al comercio extranjero facilitando el ingreso disimulado de noticias y correspondencia.Cuando la campaña periodística ejercida desde el Río de la Plata contra la política del gobierno del Paraguay se hizo intensa, don Carlos se vio en la obligación de acallar dichas noticias y difundir otras que respondieran a su percepción personal.En 1844, el presidente Carlos Antonio López anunció que “en breve se abrirá el primer establecimiento de una imprenta”.El mismo Ildefonso Bermejo dirigía simultáneamente una publicación llamada “Eco del Paraguay”, cuyo primer número vio la luz en abril de 1855.Por su parte, Estrella fue editado en Piribebuy entre febrero y julio de 1869 bajo la dirección del sacerdote Gerónimo Bechis.Posteriormente, en la posguerra, el periodismo experimentó un notable auge, convirtiéndose en el principal medio de comunicación pública en Paraguay.