En 1573, al aprobarse la capitulación suscrita por la Corona con Diego de Artieda Chirino y Uclés, Costa Rica adquirió definitivamente la condición de provincia con Gobernador.
Artieda Chirino fue autorizado para dividir el territorio provincial en distritos de Alcaldías Mayores y Corregimientos.
Los corregimientos se erigían prioritariamente en territorios donde había importantes grupos de pueblos indígenas encomendados a la Corona, pero no siempre era así.
Sin embargo, esta extensa circunscripción, donde había más de veinte pueblos, tuvo una vida muy corta y su territorio pronto volvió a ser dividido en varios Corregimientos de menores dimensiones.
En el siglo XVII, se fundaron los corregimientos de: Chirripó y Turrialba.