Historia de las cajas de ahorros españolas

En España hay antecedentes remotos con las arcas, los pósitos y montepíos, instituciones benéficas que proporcionaban préstamos con garantías prendarias en condiciones favorables.En la segunda mitad del siglo XIX tuvo lugar en España el proceso legislativo que impulsó su creación y reguló su funcionamiento.Estos surgieron en la Italia del siglo XV, a iniciativa de los franciscanos, quienes otorgaban préstamos prendarios sin interés para satisfacer necesidades más elementales.No obstante, estos recursos pronto se manifestaron insuficientes y se hace necesario cobrar intereses, hecho que supuso críticas dentro de la Iglesia católica.Estas críticas no serían atemperadas hasta que el Quinto Concilio de Letrán en 1515 se admitió la posibilidad de establecer un moderado interés por los préstamos prendarios.A medida que las circunstancias socioeconómicas fueron cambiando, se crearon en los propios Montes de Piedad, Cajas de Ahorro, para fomentar el ahorro entre las clases más humildes.Las primeras cajas de ahorros se fundaron en Alemania durante la segunda mitad del siglo XVIII.Fueron desapareciendo a medida que otras instituciones cubrieron dichas necesidades.En conclusión, las cajas de ahorros españolas nacen con cierto retraso respecto a otros países, y casi siempre ligadas a los Montes de Piedad anteriores o creadas al mismo tiempo.Sus principales objetivos eran conducir el ahorro popular hacia la inversión y realizar una labor social en sus respectivos ámbitos territoriales.En la práctica la disposición más importante del Real Decreto está en su artículo 4.º, que obligaba a depositar en la Caja General de Depósitos y Consignaciones el capital no invertido en los Montes de Piedad.El Real Decreto del año 1853 no fue aplicado al pie de la letra.[3]​ Para completar su labor prestará su apoyo para solventar cualquier dificultad económica de carácter transitorio y además favorecerá su concurso a la obra social del Gobierno.[4]​ Desde entonces hasta nuestros días el número de cajas ha ido en aumento, manteniéndose, más o menos, ceñidas al objetivo por el cual nacieron, que es dar un servicio a toda la sociedad.En realidad la transformación más fundamental en estas entidades se produce en su "modus operandi", ya que, en general, terminan perdiendo su carácter social de entidades sin ánimo de lucro, al servicio del desarrollo económico del entorno en que están radicadas, pasando a imitar los procedimientos y actitudes de la banca privada.Si se tienen en cuenta las agrupaciones de cajas sin perder su personalidad jurídica, las 45 cajas pasaron a formar 15 grupos de entidades en un solo año, 2010.[11]​ El vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó que el Gobierno estaba trabajando en un plan para acelerar la reestructuración del sistema financiero, y "particularmente las cajas".Hubo una segunda ronda de recapitalizaciones ante las tensiones en los mercados financieros, cerrados a cal y canto para las cajas.Se trataba de "un préstamo en condiciones muy favorables" que se iba a inyectar en las entidades financieras a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el cual actuaría como "agente intermediario del Gobierno y sería el receptor final de los fondos".La cifra ofrecida por el Eurogrupo fue 100.000 millones de euros como límite.Las otras tres entidades que necesitaban capital eran Banco Popular (que no surgió de ninguna caja) (3.223 millones), Banco Mare Nostrum (BMN) (2.208 millones) y el grupo formado por Ibercaja Banco, Caja3 y Liberbank (cuya fusión finalmente no se llevó a cabo) (2.108 millones), las cuales tendrían que captar recursos del mercado, o de lo contrario sufrirían el estigma de recibir ayudas públicas.Las cuatro entidades nacionalizadas se venderían, una vez recapitalizadas, en una subasta competitiva.La red de sucursales se reduciría a la mitad en los próximos cinco años en comparación con 2010.Banco Mare Nostrum (BMN) recibió 730 millones del fondo de ayuda.Deberían orientar su modelo empresarial para centrarlo en el negocio minorista y la concesión de préstamos a las pymes en las regiones en las que habían operado tradicionalmente.Dejarían de prestar dinero a proyectos inmobiliarios, o mantendrían una actividad marginal en este ámbito, y limitarían su presencia en el negocio de banca mayorista.España se comprometió a vender Banco CEISS y a que Liberbank y Banco Mare Nostrum (BMN) cotizaran en bolsa antes de que finalizara el período de reestructuración.Dicho informe lo apoyaron todos los partidos políticos a excepción de Ciudadanos, que votó en contra, y de Unidos Podemos y Compromís, que se abstuvieron.
Portada de la capilla del antiguo Monte de Piedad de Madrid ( P. Ribera , 1733).
Primera sede de la Caja de Ahorros de Jerez (primera de España)