Sociedades más complejas de los Andes como Tiahuanaco en Bolivia (500 d. C.-1000 d. C.), Chavin (1200 a. C. - 400 a. C.), Nazca(100 a. C. - 800 d. C.), Moche (0-600 d. C.), Chimú (900 d. C.-1470 d. C.) en Perú, consolidaron su consumo en la región.
En otros pueblos como el de Kayambi en el actual Ecuador, las papas se cultivaban hasta una altitud de 4000 metros, mientras que en las regiones más favorables, no afectadas por las heladas, se podía cosechar maíz.
No es hasta 1532 cuando los españoles al invadir y conquistar el imperio Incaico, descubren este tubérculo.
Lo único seguro es que se difundió por el continente fundamentalmente a través de dos vías: una vía de entrada empezaba en Irlanda, Inglaterra y los Países Bajos y otra en Portugal, España, Francia e Italia.
[cita requerida] Pasaron varias generaciones hasta que esta rareza botánica se convirtió en una fuente de alimento fundamental del pueblo europeo.
Irlanda era por entonces una colonia inglesa que debía exportar a la metrópoli ganado y cereal.
[9] La primera vez que se cultivó la papa en Alemania fue en 1647 en Pilgramsreuth, junto a Rehau, gobernado por la Dinastía Hohenzollern, y en 1649 en el Lustgarten de Berlín.
Elsholtz llamó en su obra Flora marchica, a la papa, que todavía estaba considerada únicamente una planta decorativa, «Holländische Tartuffeln» (trufa holandesa).
En Prusia, Federico II el Grande trató por todos los medios de que se cultivase extensivamente la papa.
Su propaganda para la plantación de la papa es menos conocida que sus acciones bélicas, pero en ambas el ejército prusiano desempeñó un importante papel.
En cambio, la población rural basaba la mayor parte de su alimentación en lo que ellos mismos producían.
Los habitantes del campo tenían al menos un pequeño huerto en el que cultivaban sus propias verduras y así se evitaban comprarlas.
La orografía, las condiciones del suelo y el clima de las Islas han hecho el resto.