Las histonas son proteínas básicas, de baja masa molecular, y están muy conservadas (en términos evolutivos) entre los eucariontes.
Por su aparente similitud fisicoquímica con la peptona lo denominó histonas y sugirió que podría estar unido a los ácidos nucleicos.
Michael Grunstein[5] y David Allis[6] encontró apoyo en esta proposición gracias al conocimiento de la acetilación de histonas para la transcripción en la levadura y la actividad del activador transcripcional Gcn5 como una histona-acetiltransferasa.
[16][17] Se han descubierto también varios pseudogenes en secuencias del ADN muy cercanas de sus respectivos genes ortólogos.
Este complejo ADN-histona recibe el nombre de nucleosoma y constituye el componente primario del cromosoma.
La histonas H1 se coloca como pieza de cierre en cada nucleosoma y al mismo tiempo toma contacto con las agrupaciones vecinas.
Por el contrario, cuando dicha secuencia se colocaba fuera del nucleosoma, la transcripción podía producirse libremente.
Las histonas también pueden modificarse por metilación, ribosilación o fosforilación; aún no se conoce en detalles cuáles son los mecanismos precisos con los que estas modificaciones influyen en la regulación genética.
A continuación se relatarán algunos ejemplos de como las modificaciones histónicas pueden proporcionar un ambiente favorable en la estabilidad del genoma.