La secuencia de estos hace suponer el diagnóstico: Se comienza con diarrea hemorrágica.
Pero se diagnóstica mediante infiltrados histiocitarios CD68 positivos, de cualquier tejido.
No olvidar establecer el diagnóstico diferencial con Histiocitosis y Esclerosis tuberosa.
Además del niño, también se menciona otro antiguo caso de una mujer mayor que falleció debido a esta enfermedad.
Al final del capítulo House resuelve el caso haciendo una biopsia a un pequeño trozo del tumor extraído, siendo este trozo el último disponible para diagnosticar entre varias posibilidades, con la prueba dando positiva a CD 68.