Hiposmia

Los factores desencadenantes más comunes son las infecciones de las vías respiratorias superiores y los traumatismos encefalocraneales.

Las cirugías de tipo craneotomía, (involucra cortar una sección o secciones del cráneo) en donde el abordaje realizado por el cirujano involucre manipular el nervio olfativo, este puede dañarse temporal o definitivamente Las personas con cáncer en la cabeza y cuello que reciben tratamiento con radioterapia también pueden experimentar problemas con su sentido del olfato.

Así mismo existe otra herramienta con la cual se evalúa el umbral olfativo, por medio de viales diluidos.

En ciertas situaciones, cuando se logra tratar adecuadamente la alergia el paciente puede gradualmente ir recuperando la capacidad de percibir olores, pero en algunos casos al no tener cura dicha patología el reconocimiento y percepción de los olores va disminuyendo de forma progresiva; y en ocasiones permanentemente.2 Como se mencionó anteriormente la capacidad olfativa es controlada en cierta medida por las estructuras cerebrales y por esta razón esta región también se puede ver afectada, generando hiposmia.

5 Afecciones tales como obesidad, hipertensión, hipotiroidismo, problemas dentales, la hepatitis y la sífilis pueden destruir los receptores olfativos de forma temporal o permanente.

La nafazolina, la resepina, los corticoides, los descongestinantes nasales y los vasoconstrictores son medicamentos que como efecto secundario acarrean una reducción en la capacidad olfativa.

Cuando no existe una protección al entrar en contacto con determinados vapores, gases, productos químicos o rayos x, se puede ver deteriorado el sentido del olfato, reduciendo de este modo la percepción que se puede tener de los olores.

Anatomía de la cabeza con nervio olfativo.