Hiperhidrosis

Esta alteración suele iniciarse en la infancia o la pubertad y generalmente dura toda la vida si no se realiza tratamiento.

Sin embargo, sus causas basales no han podido ser dilucidadas de manera satisfactoria.

En sus formas más severas puede provocar hongos, descamación, mal olor, irritación y pigmentación de la piel.

Se puede convivir con ella, pero a menudo puede causar estrés emocional, dificultando en ocasiones la vida personal, laboral y social del paciente, provocando a su vez que se vuelva un círculo vicioso, pues la necesidad de sentirse seco y la preocupación de oler mal provoca más estrés del que ya se tiene ante una situación social y, por lo tanto, mayor sudoración.

En los casos más graves, el exceso de sudor provoca que las personas se vuelvan retraídas y rehúyan la actividad social, evitando situaciones donde necesitan entrar en contacto con otros, pudiendo ser una causa de fobia social.