Si el escritor respeta las leyes físicas tal como hoy las conocemos, un viaje interestelar precisa varias décadas, y aparecen problemas como el mantener la vida de los pasajeros.
La forma más rápida de viajar entre ellos es coger una regla y dibujar una línea recta que los una.
Al reaparecer en el espacio real, la onda colapsaría, restaurando la materia a su composición de mesones.
El término hiperespacio lo inventó John W. Campbell en su relato corto The Mightiest Machine, publicado en 1934 en la revista Astounding, y desde entonces ha sido profusamente utilizado en multitud de obras.
A veces con nombres distintos o dándole diferentes tratamientos pseudomatemáticos, pero el concepto era siempre similar.