Creado inicialmente como crucero de batalla, modificaciones a toda la clase previas a la Segunda Guerra Mundial les convirtió en acorazados.
El Hiei recibió su nombre del monte homónimo japonés.
Debido a las restricciones del Tratado Naval de Londres, fue reconvertido en un buque de entrenamiento, perdiendo parte de su artillería y blindaje en el proceso.
Una característica distintiva del Hiei era su puente, que fue remodelado siguiendo el diseño experimental posteriormente empleado en los Clase Yamato, en lugar de la típica estructura pagoda de sus gemelos o la Clase Fusō.
Su final llegó en la batalla naval de Guadalcanal, tras ser repetidamente alcanzado por una fuerza de cruceros estadounidenses, que deshabilitaron su sistema de dirección de tiro, así como el timón.