[5] En vez de estar contenido en una bolsa cerrada por todas partes, el líquido del hidrocele congénito comunica con el peritoneo.
Suele asemejarse a un balón suave que por lo general no permite palpar el testículo.
Los hidroceles de gran volumen causan considerable incomodidad por razón del tamaño.
El método de tratamiento más antiguo consiste en introducir una aguja y extraer el líquido existente mediante una jeringa.
[8] En muchos pacientes, el procedimiento de aspiración y la escleroterapia se repite cada vez que el hidrocele reaparece.
La intervención se hace de manera ambulatoria,[10] aunque bajo anestesia general o locorregional (bloqueo), por lo que es recomendable permanecer una noche en el hospital.
Sin embargo, puede ser un síntoma de otros factores que pueden afectar la fertilidad del sujeto.
Entre los más destacados, vale la pena mencionar: Las complicaciones se pueden derivar de la cirugía del hidrocele y pueden abarcar:[3]