Lorenzo Hervás

[3]​ Sus padres fueron Juan García Hervás e Inés Panduro, modestos labradores de escasa fortuna.

En 1761 residió en Madrid y enseñó metafísica en el Seminario de Nobles, que pasó a dirigir en 1762.

[4]​ Cuando los jesuitas fueron expulsados por Carlos III en 1767, marchó a Córcega y enseguida a Italia, estableciéndose en Forlí, donde vivió hasta 1773 con otros jesuitas de la provincia eclesiástica jesuita de Toledo, entregado a la investigación y el estudio de las matemáticas, la astronomía, las ciencias naturales y la lingüística.

Allí emprendió su obra maestra, la enciclopedia Idea dell'Universo (Cesena, 1778-1792), dividida en once tomos repartidos en 21 volúmenes.

Aunque escrita en italiano, él mismo la tradujo al español y la imprimió en España.

Descansó luego una temporada en su pueblo natal; sin embargo, el decreto fue revocado y volvió a ser desterrado a Italia, en 1802; fijó su residencia en Roma, y allí el papa Pío VII lo nombró en 1804 prefecto de la biblioteca del palacio del Quirinal.

Su obra fundamental es una especie de enciclopedia escrita en italiano, la Idea dell'Universo, (Cesena, 1778-1792).

En 1792 publicó un "Apéndice", el tomo 22, que lleva por título Analisi filosofico-teologica della natura della carita (Foligno 1792) (Análisis filosófico-teológico de la caridad, o sea, del amor de Dios).

Viaggio estatico al Mondo planetario (Viaje estático al mundo planetario, 1780, de la que después hará una versión revisada en español); Storia della Terra (Historia de la Tierra, 1781-83, en seis volúmenes).

Dividió la enciclopedia en cuatro obras independientes: Historia de la vida del hombre (Madrid, 1789 a 1799, siete volúmenes), Viaje estático al mundo planetario (Madrid, 1793 a 1794), cuatro volúmenes, un tratado de astronomía en el que da a conocer los últimos descubrimientos de Herschel; El hombre físico es una obra basada en conocimientos quirúrgicos, anatómicos y fisiológicos sobre el cuerpo humano, y Catálogo de las lenguas.

Por dicha obra, entre otras, se le considera uno de los principales representantes del pensamiento reaccionario en España.

El recuerdo de su niñez y lo que contemplará en Horcajo al volver del exilio le hizo expresar la conveniencia de que a los niños se les debería estimular con una paga semanal, para que el ganarse la vida no fuera un obstáculo para acudir a la escuela.

Los hermanos Humboldt básicamente se aprovecharon con muy poco agradecimiento de los materiales de Hervás,[16]​ como ya dejó notar, en lo que a lingüística se refiere, Max Müller en 1861.

Frente a los lingüistas franceses, demostró que el hebreo no fue la lengua del Paraíso ni la primigenia; dejó sentado definitivamente su parentesco con otras lenguas semíticas, tales como el arameo, árabe y siríaco.

Lorenzo Hervás, principal fundamentador de la Lingüística comparada, es en consecuencia uno de los iniciadores del comparatismo moderno o Comparatística, junto a los también jesuitas españoles Juan Andrés y Antonio Eximeno, es decir la Escuela Universalista Española del siglo XVIII.

Placa en su casa natal.
Busto de Lorenzo Hervás en su pueblo natal.