Previamente, la hermandad se denominaba Cofradía Nacional del Santísimo Cristo Mutilado, la cual perteneció a la Agrupación de Cofradías de Málaga hasta 1996[1] y procesionó en su Semana Santa hasta 1976.
Fernando Roldán, ofreció la presidencia de la misma al General Millán Astray en los primeros meses del año 1939.
La proposición fue bien acogida por el, entonces, pontífice romano, el Papa Pío XII, dando su aprobación por medio de un documento a la citada institución.
[4] El trono provisional fue elaborado por Adrián Risueño gracias a la donación de maderas por las Casas Taillefer, Alpera y Ojeda.
Cuatro blandones de cirios rojos, colocados en las esquinas, completaban el conjunto procesional en el que indiscutiblemente sobresalía la singular y desgarradora imagen del Cristo Mutilado.
[5] En 1940 se estrena el trono, diseñado por Adrián Risueño y ejecutado por el tallista Andrés Cabello Requena, el cual procesiona hasta 1975.
Desde su creación hasta la década de los años 70, la Hermandad experimenta un auge continuo, llegando a superar los 15.000 hermanos.
Durante estos tres años, la Hermandad realiza un Via Crucis por la feligresía de la Parroquia.
Tras su regreso a la Catedral, el Via Crucis pasó a realizarse por la feligresía de la misma, y al entrar los años 2000, por las naves catedralicias, primero el Jueves Santo y luego el Viernes Santo.
La intervención en la imagen se aprueba por 44 votos a favor, 8 en contra y dos contabilizados como nulos.
El Dr. Antonio Rafael Fernández Paradas, da contestación por escrito a dicho requerimiento.
La imagen presenta las manos entrelazadas y una policromía anacarada propia de la época.
[12] El escudo o insignia actual de la hermandad fue diseñado por el bordador Joaquín Salcedo.