Paralelamente, se funda la Hermandad de las Ánimas Benditas del Purgatorio.Esta hermandad tuvo siempre su sede en la iglesia de San Isidoro.Ante tal actitud la corporación optó por dejar en depósito la imagen titular a un feligrés de la parroquia a cambio de mil doscientos cincuenta reales con los que se encargó una nueva imagen.En 1790, tras un sonoro litigio, le fue denegada a la hermandad la petición para seguir siendo gremial.La cofradía entró con esplendor en el siglo XIX y así se mantuvo hasta la invasión francesa.El atuendo consistía en túnica blanca con capa con antifaz y cíngulo morados.Su hermana Luisa Fernanda y el esposo de esta, el duque de Montpensier, entraron como hermanos en 1849,[2] En el siglo XIX la hermandad tuvo varios pleitos: con la Hermandad de Pasión porque la hermandad deseaba cambiar su salida del Viernes Santo al Jueves Santo, objetivo que logró; con la Hermandad del Cachorro, que sostenía que al haber cambiado de día su salida las Tres Caídas si regresaba al Viernes Santo debía perder la antigüedad -pleito que también ganó la hermandad de las Tres Caídas; y con el alcalde de la ciudad, quien deseaba que la cofradía realizase su estación de penitencia el Jueves Santo, a lo que la cofradía se negó teniendo que renunciar a la subvención del ayuntamiento.En 1872 la Hermandad procesionó en la tarde del Miércoles Santo, con la particularidad de que la Virgen del Loreto fue acompañada en su palio por imágenes de María Magdalena y San Juan Evangelista.Ese mismo año entró como miembro de la corporación el aviador Ramón Franco, que entregó a la Virgen una reproducción del avión Plus Ultra donado por la argentina María Gonzalo Cabot.En 1964 la primitiva imagen del señor caído fue devuelta a la hermandad por la autoridad eclesiástica.El Cristo de las Tres Caídas representa a Jesús con la cruz a cuestas durante su tercera caída, obra realizada por Alonso Martínez (siglo XVII), ayudado por el Cirineo.[1] La figura del Cirineo es una talla de gran valor que fue realizada por Ruiz Gijón.