Hermandad de la Soledad y Santo Entierro (Ocaña)

Tras la Guerra de la Independencia Española es legalizada nuevamente por el rey regente y aprobada su nueva constitución por el gobernador eclesiástico de Toledo en 1842, alcanzando los cuarenta y siete hermanos en 1855.

A principios del siglo XX la hermandad vería fortalecidas sus filas por la fundación, en 1910, de una hermandad con advocación a la Asunción, que dependía del mismo tronco y que acompañaba a Nuestra Señora de la Soledad en su salida de la mañana del Viernes Santo, alumbrando con velas y llevando vestido con túnica negra, capa, rosario, cordón y bota negra.

Para esta última salida, la misma tarde la hermandad espera en la casa del hermano mayor a ser recogida por la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores para acudir a la procesión, en la que participa gracias al consentimiento que Los Dolores concedió en los años 1940.

Los nazarenos de la Soledad visten túnica de terciopelo negro y capuz blanco con el anagrama de María, capa blanca con cíngulo del mismo color a la izquierda y rosario en la derecha; guantes y medias blancas con sandalias negras.

En el paso del Santo Entierro se repite la misma vestimenta, siendo el anagrama el de JHS.