[2][8] En 1851, ganó una medalla dorada de la Real Sociedad del Arte, por un ensayo sobre la Gran Exposición.[8] Weekes exhibió 124 obras en la Royal Academy entre 1828 y su fallecimiento, con más de cien retratos.[2] Sus mejores obras lograron este objetivo, combinando un impacto emocional con un retrato preciso y técnica ejemplar.[1][2] Un crítico contemporáneo elogió su trabajo por su "sinceridad al retrtar los personajes y la delicadeza de la expresión".[2] Mark Stocker, un experto de la escultura durante la era Victoriana, considera que "Sus esculturas y manuscritos, más que los de cualquier otro escultor contemporáneo, mezclan el clasicismo con el realismo".[1] Weekes estaba, sin embargo, en contra de lo que consideraba realismo, como declaró Carlo Marochetti; siempre se opuso a colorear las esculturas, aplicando en su lugar, por ejemplo, cortes profundos.Paul, excepto que Lady Elizabeth se apoya sobre el hombro de su esposo con cariño evidente.Peter, en donde estaba enterrada Mary Shelley, se negó a aceptar la obra, por lo que fue instalada en Christchurch Priory.[14] A diferencia de Chantrey, Weekes retrató pocas figuras idealizadas desde 1850 en adelante.The Suppliant (1850), su primer trabajo en este género, aseguró su elección como asociado de la Royal Academy.