Solo en este hemisferio se puede dar la vuelta al mundo navegando a lo largo de una misma latitud, en un viaje en dirección este-oeste.
El Sol, en su movimiento diurno aparente, atraviesa el cielo recorriendo un arco que inicia en el este, se eleva sobre el horizonte y termina el en oeste.
[5][6] Desde este hemisferio, la Luna tiene su polo norte en la parte que, para los observadores, sería inferior y el sur en la superior.
Este navegante realizó sus observación en un viaje que, entre 1595 y 1597, lo llevó hasta la latitud de Madagascar.
Así se identificaron varias constelaciones a las que se asignaron nombres que hacían referencia a animales que los exploradores de la época se habían encontrado (por ejemplo, ave del paraíso, camaleón, tucán, pez volador) Entre 1750 y 1754 el astrónomo francés Nicolas-Louis de Lacaille se dedicó a estudiar las estrellas y constelaciones del hemisferio austral para lo que viajó al cabo de Buena Esperanza, la parte más austral del continente africano.
[10][11] También son características las Nubes de Magallanes, dos galaxias enanas que forman parte del Grupo Local.
En el hemisferio sur se observa que las estrellas giran alrededor del polo celeste en sentido horario.
[14] Las teorías sobre la llegada humana a América han cambiado al inicio del siglo XXI gracias a hallazgos en el hemisferios sur, especialmente los de Monte Verde en Chile, que aporta evidencia de presencia humana en el hemisferio sur hace 14 500 años.
Hace unos 11 000 años, diversas sociedades desarrollan, de manera independiente, la agricultura y a ganadería constituyendo «focos» desde donde el neolítico se expande hacia otras zonas del mundo.
[17] Desde allí la agricultura se habría extendido hacia amplias zonas de Sudamérica aunque hay hipótesis que sostienen un desarrollo independiente en la región del Amazonas.
Los países que contribuyen a esta característica son Argentina (80 %), Australia (90 %), Brasil (47,7 %), Chile (62 %), Nueva Zelanda (74 %), Sudáfrica (7,4 %) y Uruguay (88 %).
El siguiente grupo racial de importancia son los mestizos que son el resultado de la mezcla entre europeos (principalmente españoles, portugueses e italianos) con indígenas, este grupo es relevante en países como Ecuador, Paraguay y Perú.
En lo que respecta a población afrodescendiente lo constituyen una gran parte del bloque africano austral aportando principalmente Angola, el Congo, Mozambique, Brasil, Sudáfrica y Namibia; el componente racial indígena se halla presente por toda Sudamérica principalmente en países como Perú (45 %) y Bolivia (55 %) debido principalmente a la baja penetración europea en las zonas altoandinas, así también existen ciertos aborígenes australianos, maoríes en Nueva Zelanda y papúes en Papúa Nueva Guinea.
En las últimas décadas, la industrialización y desarrollo económico, ha hecho que el hemisferio sur evolucione significativamente.