[1][2] Desde muy pequeña ha presenciado como toda su familia se ha enfrentado a las grandes compañías petroleras que han llegado a su pueblo sin previo aviso, en una lucha para proteger su territorio del daño ambiental, que dichas empresas ocasionan, por lo que toda su familia ha sido perseguida por años.
[2] El problema que su comunidad Sarayaku atraviesa contra las petroleras, ha llevado a Helena realizar un activismo para darle voz a su comunidad, llevando el mensaje hacia adelante, hablando de esto en escuelas y discutiendo sobre el tema con jóvenes locales, animándolos a participar en sus propios pueblos y cooperar alrededor de Ecuador.
[2] Ella ha manifestado que los ancianos han visto un gran cambio en el clima de la Amazonía, tales como la desertificación, los incendios forestales o la fusión de los picos nevados en las montañas, además de inundaciones que causan devastación y enfermedades una vez cada veinte años, ahora llega a ocurrir hasta cuatro veces al año.
[2] Con esto Helena explica que los ancianos se han dado cuenta de los grandes cambios que aunque no tengan el conocimiento científico, lo tienen de primera mano.
[3] Además dijo sentirse descepcionada de los líderes mundiales que no discuten las cosas que son importantes para el pueblo indígena que acudió a la cumbre y criticó al Gobierno de Ecuador, quienes aún no responden al mandato que mujeres amazónicas le dieron el año pasado luego de cinco días de protestas en la capital, pero sin embargo acuden a estos espacios para hablar de como supuestamente protegen la Amazonía.