Hebaristo, el sauce que murió de amor

El cuento está dividido en seis secciones o capítulos cortos, numerados con dígitos romanos.

Hasta que un día Evaristo no apareció y el sauce presintió lo ocurrido.

Algunos críticos consideran a Hebaristo como el más acabado cuento valdelomariano en un sentido integral.

La bipolaridad del relato (Hebaristo-Evaristo, frustradas almas gemelas que increíblemente terminan unidas aun en la muerte) hace muy peculiar al cuento.

Valdelomar se revela a la vez como un maestro del humor, al que no confunde con el chiste u otra forma cualquiera de comicidad.

Abraham Valdelomar en su casa de Barranco, 1916.