El Hartón del Valle tuvo su origen, como los demás bovinos criollos colombianos, en los vacunos ibéricos traídos por los españoles durante la época de la colonia.
Llegaron al valle geográfico del río Cauca especialmente por el norte y sur.
En el Hartón del Valle se encuentran combinadas diferentes razas ibéricas: la Rubia gallega y sus modalidades Palmera y Canaria, la Asturiana de los valles y la Menorquina o Mahonesa,[1] las cuales se mezclaron entre sí en diversas proporciones, A partir de estas combinaciones se formó la raza Hartón, la cual después de muchos años de vida en la región, seleccionada más en forma natural que por el hombre, se encuentra adaptada al Valle del Cauca, en donde siempre ha vivido en cría cerrada.
Desde su introducción y después de muchos años, este ganado ha permanecido en su forma natural, seleccionándose más por su adaptación que por su producción, sin régimen especial de alimentación y manejo.
Su desarrollo y fisiología están acordes con el grado de adaptabilidad a medios tropicales y además como no ha pasado todavía por un adecuado proceso de selección para precocidad, su respuesta no es tan espectacular como en las razas altamente seleccionadas para esta característica.