[4] Se accedía al interior por una entrada única situada en el centro del lado más ancho.
La entrada era baja, dejaba pasar a una sola persona por vez y se cerraba con una cortina de totora trenzada llamada «papare».
Concretamente la trajo Nuku Kehu, un arquitecto que acompañaba a su primer rey Hotu Matua.
El hermano Eugenio Eyraud fue el único europeo que conoció las hare paenga, así las describe: En su interior, no contaban con una gran ornamentación, se encontraron algunas estatuas de 30 centímetros representando figuras como hombres, pescados, etc.[4] También se hallaron tabletas de madera y bastones cubiertos con jeroglíficos.
[8] Además, poseían primitivos gallineros anexos a las casas, los cuales eran llamados «hare-moa», y aguadas o «taheta».