[2] Un compuesto orgánico pequeño como el 2,4-dinitrofenol por sí solo no activa anticuerpos anti-dinitrofenol, pero relacionado químicamente con una proteína portadora grande como la albúmina sérica, formarán un complejo hapteno-portador que es inmunológicamente activo.
En la década de 1920, Karl Landsteiner examinó si un anti-hapteno podía unirse a otros haptenos con estructura ligeramente distinta dando lugar a una reacción cruzada.
Jugando con las estructuras de los haptenos estudió cuales modificaciones permitían o prevenían una reacción cruzada demostrando así información sobre la especificidad antígeno-anticuerpo.
[3] Muchas sustancias de importancia biológica como fármacos, hormonas peptídicas y hormonas esteroideas tienen la propiedad de poder actuar como haptenos, esto significa que pueden conjugarse para producir anti-haptenos específicos.
Tales anti-haptenos son útiles para medir la concentración de los haptenos correspondientes.