Hans Reimann (autor)

A lo largo de su carrera utilizó los pseudónimos Max Bunge, Hans Heinrich, Artur Sünder, Hanns Heinz Vampir y Andreas Zeltner.

Mediante una breve colaboración con el abogado y escritor Heinrich Spoerl en los años 1930, salió a la luz la obra teatral Der beschleunigte Personenzug, texto según una idea de Spoerl, que en 1936 dio lugar a la novela Wenn wir alle Engel wären.

Según la autobiografía de Reimann Mein blaues Wunder (1959), ambos escritores redactaron en 1931 la novela Die Feuerzangenbowle, aunque únicamente aparecía Spoerl como autor.

A Hans Reimann se le pidió en 1931 que escribiera una parodia sobre Hitler con el título „Mein Krampf“, para el editor Paul Steegemann.

En sus memorias Mein blaues Wunder, Reimann explicaba que todo ello le hizo impopular entre los Nazis, por lo cual tuvo grandes dificultades para poder publicar a partir del año 1933.

Entre 1933 y 1945 los nuevos libros de solo podían aparecer con contenido inofensivo; aun así, pudo editar algunos gracias a un pseudónimo.

Tras la Segunda Guerra Mundial, un artículo, Jüdischer Witz unter der Lupe, que Reimann publicó en 1944 en Velhagen und Klasings Monatsheften (Jg.

En las grabaciones de Homocord, Ultraphon y Telefunken le acompañaba el compositor Erich Einegg al piano.