Los rusos le dieron por muerto, pero la nieve amortiguó su caída y permaneció escondido durante el invierno.
Aunque era falso, este rumor ganó credibilidad entre los rusos, que le dieron una vil reputación a Murad.
En un encuentro secreto, Shamil y sus naibs decidieron que Hadji Murad debía morir.
Hadji Murad se rindió a los rusos, que lo perdonaron, aunque no confiaron en él.
A los rusos se les unieron varios nativos, incluyendo al hijo de Ajmet Kan, y Hadji Murat murió en la lucha que siguió.