El yate se construyó para reemplazar al antiguo HMY Victoria and Albert III, desguazado tras cincuenta años de servicio.
El proyecto para construir el Britannia fue concebido en 1938, cuando el Almirantazgo decidió reemplazar al Victoria and Albert III.
El Britannia fue finalmente diseñado como un buque moderno pero con un toque neoclásico a solicitud de la pareja real.
Aun así, cuando el navío alcanzaba los 16 nudos (30 km/h), la cavitación se hizo presente, afectando hasta los aposentos de la reina.
[3] Isabel II asistió, junto con otras personalidades, a su retiro del servicio, en Portsmouth (Inglaterra).