Los propulsores de proa permiten atracar con más fácilidad, ya que permiten al capitán girar la embarcación hacia babor o hacia estribor, sin utilizar el mecanismo principal de propulsión que requiere algo de movimiento adelante para poder maniobrar; la efectividad de un propulsor de maniobra se reduce en cualquier movimiento hacia adelante debido al efecto Coandă .
La mayoría de los propulsores túneles son impulsados por motores eléctricos, pero algunos funcionan hidráulicamente.
Como su nombre indica, un propulsor externo de proa se une a la proa, haciéndolo adecuado para embarcaciones donde sea imposible o indeseable instalar un propulsor de túneles, debido a la forma del casco o de su equipamiento.
Los propulsores de proa montados externamente tienen una o más hélices impulsadas por un pequeño motor eléctrico reversible que proporciona empuje en cualquier dirección.
El control añadido que proporciona un propulsor de proa ayuda al capitán a evitar accidentes mientras atracan.