Gustavo Giró Tapper

No obstante, realizó dos importantes patrullas: una de 600 km sobre mar congelado hasta los islotes Henkes; y la otra, explorando hacia el sur, en la más larga marcha argentina con trineos tirados por perros, la cual recorrió 800 km entre ida y vuelta, hasta los 72° de latitud sur.Desde ella efectuó diversos reconocimientos terrestres que culminaron con una patrulla desde la Base Conjunta “Teniente Matienzo” hasta el círculo polar antártico, totalizando 457 km de recorrido.Posteriormente, durante los meses más fríos y los menores períodos de luz diurna, comanda la primera Expedición Terrestre Invernal Antártica.Sus misiones secundarias son: adquirir experiencia en el riguroso invierno, cumplir un programa científico-técnico, preparar parte del personal para integrar una expedición al Polo Sur y experimentar diferentes efectos en condiciones climáticas extremas, como así en terrenos de difícil transitabilidad.Al respecto Giró Tapper escribió: “...la superficie helada del mar cuyo espesor no sobrepasaba los veinte centímetros... cubría las aguas de un océano...”.Desde allí debía partir la denominada “Operación 90”, expedición terrestre al Polo Sur que se preveía ejecutar en el año 1966/67, una vez logrados los reconocimientos, equipos y abastecimientos necesarios.Para esto contaba con nueve vehículos a oruga, dos jaurías de perros polares y un avión con patines.Allí izaron la bandera argentina en un mástil improvisado con una torre de antena que hoy constituye el Sitio y Monumento Histórico número 1 del Tratado Antártico.
Expedición Antártica invernal Esperanza
Sno-Cat utilizado en La Operación 90