Como todos los coleópteros es un insecto holometábolo (metamorfosis completa) sigue un ciclo de cuatro fases diferentes durante su vida: huevo, larva, pupa e imago.
Esta larva es también comestible para el ser humano, debido a su alta cantidad de proteínas.
La pupa es blanca en un principio y se irá tornando más marrón conforme vaya madurando.
En la cría particular no se recomienda usarlos como alimento debido a su dureza.
En una semana ya adquieren el color negro-marrón propio del adulto y son sexualmente maduros.
Los adultos necesitan sacar agua de los alimentos que ingieren, pudiendo vivir de esta forma durante mucho tiempo y su alimentación está basada en frutas y verduras, e incluso carne.
El hombre puede infectarse cuando ingiere pan mal cocido con estos coleópteros, los cuales contaminan generalmente la harina.