Esta exposición permitió que diversos países conocieran el trabajo de los profesionales franceses y los contactaran.
Luego, sin embargo, según informan algunas crónicas del siglo XIX, Renner luchó en la Guerra Franco-Prusiana e incluso habría sido herido en la batalla de Sedán.
El crítico literario chileno Hernán Díaz Arrieta (Alone), relató este episodio de la vida de Renner en un artículo: Aunque se ignora si fue invitado por el intendente de Santiago Benjamín Vicuña Mackenna o por el empresario y filántropo Luis Cousiño Squella, Renner llegó a Chile en 1873.
Tuvieron varios hijos, de los que solo sobrevivieron Berta, Ester, Elisa, Víctor Guillermo y Jorge.
Pese a que no dejó obras en su natal Francia, Renner construyó numerosos jardines y parques públicos y privados solicitados tanto por las autoridades como por las familias adineradas en Chile: Hernán Díaz Arrieta, quien lo entrevistó en 1912 mientras construía los jardines del ex-Congreso Nacional, lo consideró «el padre de los jardines nacionales».