Guillermo II de Baviera

La sospecha de que Guillermo había tomado parte en esa conspiración le obligó a refugiarse en la corte francesa.

[2]​ En efecto, Arkel cedió su señorío al duque de Güeldres, quien declaró la guerra a Holanda.

El obispo Teodorico, su padre y dieciséis mil combatientes de Lieja cayeron ese día.

Con ocasión de su boda, a la que asistió Guillermo VI, Antonio le reclamó la dote de su abuela Juana; pero Guillermo rehusó el pago porque la guerra había dejado exhausto su tesoro.

Juan, duque de Borgoña, intervino como mediador y consiguió que su hermano se contentara con siete mil viejos schilden (escudos).

[6]​ La tregua con Güeldres había llegado a su fin y el conde de Holanda se preparó para reanudar la guerra.

Guillermo encarceló a Juan de Arkel en Zevenbergen, donde permaneció prisionero hasta 1425.

Juan sin Miedo pidió ayuda a Inglaterra y el Delfín le declaró la guerra.

Así pudo poner sitio a Harfleur, pero la fuerte defensa de los sitiados y la falta de víveres le hizo levantar el asedio y dirigirse hacia Calais.

Los franceses perdieron diez mil hombres y el rey inglés, desde Calais, regresó a su país.

En 1413, Ligtenberg, burgomaestre de Utrecht, había vendido la ciudad a Guillermo por una fuerte suma.

[12]​ Guillermo VI murió en Bouchain y fue enterrado en Valenciennes (Iglesia de los Menores).

Los estados de Guillermo VI