Sus padres eran holandeses y la familia regresó a Ámsterdam cuando él tenía 12 años.Consiguió seguir pintando a pesar de las terribles condiciones que padeció Holanda durante la Ocupación alemana en la II Guerra Mundial.[2] Interesado por la obra de Edouard Pignon, Henri Matisse y Pablo Picasso, Corneille inició su andadura en la pintura.Corneille viajó a Túnez en 1949, experimentado la conocida como Epifanía del norte de África que había afectado a otros artistas tan profundamente como Eugene Delacroix, Pierre-Auguste Renoir y Henri Matisse.Durante su estancia africana adquirió numerosas piezas del arte de la zona.