Consiguió seguir pintando a pesar de las terribles condiciones que padeció Holanda durante la Ocupación alemana en la II Guerra Mundial.
[2] Interesado por la obra de Edouard Pignon, Henri Matisse y Pablo Picasso, Corneille inició su andadura en la pintura.
Con los ya mencionados, Corneille pasó posteriormente a integrar el movimiento CoBrA (1948).
Corneille viajó a Túnez en 1949, experimentado la conocida como Epifanía del norte de África que había afectado a otros artistas tan profundamente como Eugene Delacroix, Pierre-Auguste Renoir y Henri Matisse.
Durante su estancia africana adquirió numerosas piezas del arte de la zona.