Acaban siendo enemigos jurados y ciertas reuniones en la Academia resultan entonces malas.
Ocultó más tarde que esos documentos fueron sustraídos de la Biblioteca Laurenciana.
[6] Estos ejemplares difícilmente ubicables fueron reeditados en lo sucesivo por el matemático alemán August Leopold Crelle, editor y fundador del Journal für die reine und angewandte Mathematik, en diferentes volúmenes.
Estas memorias llevan los siguientes títulos : Entre 1838 y 1841, Guillaume Libri publicó cuatro volúmenes titulados Historia de las ciencias matemáticas en Italia, después del renacimiento de las letras hasta el final del siglo diecisiete y que le valdrán hacerlo conocido por otras cosas que no sean sus robos:Tomo 1 Texto en línea·Tomo 2 Texto en línea·Tomo 3 Texto en línea·Tomo 4 Texto en línea.
Él nunca usó este nombre, que le fue atribuido de manera póstuma por Libri.
A veces no vacilaba en mutilar ciertos manuscritos: cinco volúmenes de los fondos Peiresc y al menos dos mil folios desaparecieron así.
[8] Un informe secreto fue redactado en 1847 por Félix Boucly, fiscal del rey, y depositado sobre el despacho del ministro de asuntos exteriores, François Guizot : entonces se estimaba en 500 000 francos el valor de los objetos sustraídos por Libri desde 1842.
Pero Guizot tenía otros asuntos que resolver: la revolución crecía, y al estallar privó a Libri de todos sus apoyos.
Poco tiempo después, Libri fue informado por un redactor del periódico El Nacional, que estaba a punto de emitirse una orden de arresto a su nombre por las sospechas de robo de libros preciosos, entregándole un billete con estas meras palabras: «Ignoráis sin duda el descubrimiento que se ha hecho en el informe judicial con relación a vuestras inspecciones en las bibliotecas públicas.
Creédme, ahorrádle a la nueva sociedad las reacciones que le repugnan.
[9] Los documentos encontrados por los investigadores fueron objeto de un estudio profundizado durante 3 años por los expertos Henri Léonard Bordier, Ludovic Lalanne y Félix Bourquelot.
[14] Posteriorment, el archivo de Bordier revelan el aspecto policial y secreto de las investigaciones preliminares destinadas a confundir a Libri, un gran personaje oficial honrado y protegido por las más altas autoridades (libro publicado en 2008, de André Jammes: Libri vaincu: enquêtes policières et secrets bibliographiques: documents inédits).
Su tumba se encuentra en el Cementerio de las Puertas Santas, en Florencia.
[23] En 1888, el ejecutivo francés inició negociaciones con las autoridades inglesas, con la finalidad que los libros y manuscritos preciosos, robados por Libri, puedan ser restituidos por los compradores.
[42][43] Será enterrada en París, en el cementerio del Padre-Lachaise, (#5.ª división).