Guerras Bruce de Irlanda

En 1296, Escocia e Inglaterra se hallaban en guerra después de que el ejército inglés de Eduardo I invadiera Escocia ante el pacto realizado entre los escoceses y Francia para actuar conjuntamente contra Inglaterra.

En esta situación, y como parte de las operaciones militares, el rey escocés Robert Bruce ordenó a su hermano que invadiera Irlanda con el fin de abrir un segundo frente de lucha contra los ingleses y obligarles a realizar un esfuerzo extra en cuanto a hombres y suministros.

Esta operación se hizo imprescindible cuando fuerzas escocesas respaldadas por Inglaterra contra Roberto I consiguieron conquistar la isla de Man en 1315, amenazando el sur y suroeste de Escocia y creando una cabeza de puente para que fuerzas irlandesas y anglo-irlandesas pudieran pasar a Escocia en apoyo de Eduardo Por otra parte, al otro lado del mar, el rey de Tír Eoghain, Domhnall mac Briain Ó Néill había solicitado la ayuda escocesa frente a las continuas incursiones realizadas contra su reino por los de Verdons y otras familias dependientes del conde del Úlster.

Ante esta situación, Domhnall, junto con doce vasallos y aliados se dirigieron a Escocia en busca de ayuda.

El objetivo de los Bruce era crear dos reinos gaélicos diferentes; una vez conseguido, Robert lanzaría un ataque sobre Man y Edward buscaría apoyo galés para conquistar Gales.

Por su parte, Edward se había enfrentado a un ejército compuesto por vasallos del Conde del Úlster y sus aliados irlandeses; familias como los Mandeville, Savage, Logan y Bisset of the Glens, mandadas por Sir Thomas de Mandeville.

De todas formas, durante los siguientes tres años gobernó directa o indirectamente sobre la zona este y central del Úlster.

En julio, dos ejércitos preparados contra Bruce se reunieron en Sliabh Breagh, al sur de Ardee.

El ejército escocés irlandés acampaba en Inniskeen, 16 kilómetros al norte y entremedias se encontraba la población de Louth.

El 13 de noviembre, Edward Bruce se dirigió al sur a través de Dundalk -donde, increíblemente, algunos le dieron su mano derecha", es decir, le presentaron batalla- estableció una guarnición en Nobber el 30 de noviembre y a avanzó sobre Kells, donde le esperaba Mortimer.

Mortimer había conseguido reunir un gran ejército formado por anglo-irlandeses y gaélicos vasallos suyos, junto a tropas de otros magnates.

Inmediatamente partió hacia Inglaterra, urgiendo refuerzos al rey Eduardo II.

Por otra parte, la excesiva contundencia empleada por Bruce en sus acciones acabó por granjearle, cuando menos, la indiferencia de los irlandeses.

Tras él, el resurgir gaélico no pudo encontrar otro líder nacional, por lo que se vio reducido a rebeliones y batallas esporádicas protagonizadas por jefes gaélicos locales hasta finales de la Edad Media.

Así, mientras que la nobleza irlandesa nativa consiguió recuperar parte de los territorios ocupados por los normandos, en ningún momento se puso en peligro el dominio inglés en la isla o se pudo pensar en la formación de una Irlanda Gaélica unida.