En junio había sido proclamado Rey Supremo de Irlanda y había sido aclamado por el pueblo irlandés, que veía en Edward Bruce al libertador del poderío inglés.
Durante 1315, Bruce había ido descendiendo hacia el sur, consiguiendo derrotar a los ingleses en varias batallas y afianzando su poder sobre Irlanda.
[2] Aunque estas fuerzas les superaban ampliamente en número, la desunión que había en sus filas fue aprovechadas por Bruce, y los escoceses ganaron la batalla, pese a sufrir importantes bajas.
[2] La versión oficial inglesa culpó de la derrota al terreno inadecuado y a la mala suerte, lo que no resulta muy convincente.
[2] Tras la batalla, Bruce se retiró al condado de Leix, vigilados por los angloirlandeses desde el cercano Castledermot.