Guerra ruso-bizantina (941)
Como de costumbre, parece que habían sido bien informados de que la capital imperial estaba desguarnecida y era vulnerable a los ataques: la flota bizantina luchaba contra los árabes en el Mediterráneo, mientras que la mayor parte del ejército imperial se habían estacionado a lo largo de las fronteras orientales.Liutprando de Cremona escribió: "Los rus, viendo las llamas, saltaron por la borda, prefiriendo el agua al fuego.Las fuentes jázaras añaden que el líder rus logró escapar al mar Caspio, donde encontró la muerte luchando contra los árabes.Estos informes pueden haber sido exagerados, porque Ígor fue capaz de montar una nueva campaña naval contra Constantinopla ya en 944/945.En 944 o 945, el emperador bizantino Constantino VIII e Ígor de Kiev firmaron el Tratado ruso-bizantino.