Sirgiano Paleólogo encabezó un gran ejército hacia la capital, obligando al viejo emperador a negociar.
Sirgiano sentía que no había sido suficientemente recompensado por su apoyo, y también resintió el gran favoritismo de Andrónico II a Cantacuceno.
Por otra parte, también hay una historia en la que Andrónico III intentó seducir a la esposa de Sirgiano.
Por el lado de Andrónico II Paleólogo se encontraba el rey serbio Esteban Dečanski y por el otro el zar búlgaro Miguel Shishman.
La guerra civil agotó al imperio, el valor del dinero había caído, pero el nuevo gobierno se hizo cargo de la ley y las cortes.