Guerra austro-turca (1716-1718)

Tras el Tratado de Karlowitz (1699) que señala el primer gran retroceso turco, la decadencia del Imperio otomano se acentúa.

En 1703 había subido al trono Ahmed III, hermano de Mustafa II, quien estableció buenas relaciones con Inglaterra y observaba con recelo el poder emergente ruso.

Durante este conflicto Venecia había esperado que el Sacro Imperio Romano Germánico les socorriera, pero al estar enfrascado en la guerra de sucesión española no pudo prestar ninguna ayuda.

[2]​ En 1714 el Imperio otomano da comienzo a la guerra turco-veneciana (1714-1718) por la que pretende recuperar Morea.

Venecia se defiende desesperadamente pero se encuentra sola contra el Imperio otomano y espera la ayuda del Sacro Imperio Romano Germánico que, sin embargo, está inmerso en la guerra de sucesión española.

[4]​ Los turcos se oponen a la mediación del Emperador y quieren que no intervenga en la guerra con Venecia.

[4]​ A mediados de 1715 el Sacro Imperio desplegó sus efectivos (51 600 soldados fueron estacionados en Hungría y 10 000 en Transilvania).

[4]​ En abril de 1716 el emperador firma una alianza con Venecia y da comienzo a la guerra.

Además perecieron 30 000 turcos, se tomaron 50 estandartes, 250 piezas de artillería pesada y un inmenso botín.

Eugenio de Saboya, quien dirige el asedio, se encuentra en una apurada situación, ya que los otomanos podían cortar su retirada destruyendo los puentes sobre los ríos, y decide romper el cerco turco mediante una batalla campal[9]​ 20 000 soldados imperiales[10]​ fueron apostados para mantener ocupadä a la guarnición de Belgrado.

Entre el otoño y el invierno de 1717, las tropas austriacas penetran en Serbia, que es evacuada por los turcos.