En su concepción más amplia, la Guelaguetza representa no solo cooperar, sino hace referencia a los tiempos antiguos en donde la ciudad de Oaxaca se llamaba, toda una actitud o cualidad con la que se nace, el amor al prójimo de cada habitante zapoteca hacia sus hermanos, una actitud de compartir la naturaleza y la vida, costumbres y tradiciones.
Por lo regular, el apoyo de la Guelaguetza se da en las fiestas, al igual que en los velorios, solo que el apoyo cambia, es decir, las personas que lo reciben ya no están obligadas a devolverlo, pues se toma como una forma de demostrar el pésame por la persona fallecida.
Recientemente, se han agregado a estas fiestas otros espectáculos folklóricos para esparcimiento popular, tales como el desfile de las delegaciones organizado a la manera de la calenda tradicional (véase la etimología de calenda[2]), que se lleva a cabo el sábado anterior al primer lunes.
El lunes, a las cinco de la mañana, los "chirimeteros" de los Valles Centrales, tocan las "mañanitas" al cerro, con pitos, tambores y chirimías, mientras la gente empieza a llegar al cerro, en donde toman un suculento almuerzo oaxaqueño, antes de entrar al auditorio, en donde la marimba y los chirimeteros ofrecen una audición a los asistentes.
En la "Octava" o segundo Lunes del Cerro, se repiten el "Bani Stui Gulal", la "Guelaguetza" y la "Leyenda de la Princesa Donají".
En las fiestas de los Lunes del Cerro, se vuelca el entusiasmo popular por continuar las antiguas tradiciones.
En su concepción más amplia, la Guelaguetza representa no solo cooperar, sino hace referencia a los tiempos antiguos en donde la ciudad de Oaxaca se llamaba, toda una actitud o cualidad con la que se nace, el amor al prójimo de cada habitante zapoteca hacia sus hermanos, una actitud de compartir la naturaleza y la vida.[1].
Pinotepa Nacional presenta bailables como Las Chilenas, La Malagueña y El Pandero.
No se busca premiar a la belleza o a la participante más talentosa, sino a aquella que, durante sus dos intervenciones, sea conocedora de los siguientes temas: La participante debe ir portando el traje típico de su región, o el más representativo, para que así el jurado calificador emita su veredicto basado en la convocatoria del año en curso.
El gobierno del estado, así como la Asociación Folklórica Oaxaqueña, lograron unir las ideas que ya existían sobre la historia de la fiesta.
Inicia con las danzas que seguían realizando los mexicas en honor a sus dioses hasta la conquista de los españoles.
Este espectáculo finaliza como todas las fiestas del pueblo oaxaqueño, con la quema de los fuegos artificiales.
En el 2013, Juan Carlos López Avendaño, presidente del Grupo Folclórico de Oaxaca, A.C., señaló que el espectáculo está a salvo y listo para regresar a las festividades de la Guelaguetza en cuanto se les requiera.
[5] El Bani dejó de representarse en Oaxaca, pero no así en municipios como Zaachila.
Dicho espectáculo pretendía imprimir entre los oaxaqueños un sentimiento regional vinculado estrechamente al nacionalismo emergente en el país.
En el primer cuadro se presentó un resumen de todas las melodías que se ejecutarían esa tarde; posteriormente, hizo aparición la Señorita Oaxaca y su cortejo: los “heraldos”, “las Siete Diosas de la Fraternidad” y los “Siete Espíritus del Bien”.
"Hacia 1951, en el Ayuntamiento de la Ciudad, junto con funcionarios del Gobierno Estatal, se funda el Comité Pro Fiestas Tradicionales de Oaxaca, y tiene como objetivo atraer al turismo.
Antiguamente se realizaba este evento en honor a la diosa del maíz tierno, Xilonen.
Hoy en día, se realiza en honor a la diosa del maíz, Centeotl.
La tradición de la Guelaguetza define al pueblo oaxaqueño, desde tiempos históricos hasta hoy.
[cita requerida] La LAANI ROO XATEN DAAN ZAADXIL, que, traducido del zapoteco, significa “fiesta grande de cerro”, es una celebración que se lleva a cabo en la comunidad de Zaachila, Oaxaca, desde hace 63 años, en la zona arqueológica conocida como “El Cerrito”.
Se considera que este evento es el segundo más importante, después del que se lleva a cabo en el auditorio Guelaguetza, pues llegan a presenciar la celebración un aproximado de 12,000 asistentes tan solo en las presentaciones de la Guelaguetza.