Grigori Semiónov

Reprendido, se lo trasladó a nuevos destinos hasta que su unidad fue enviada al frente durante la Primera Guerra Mundial.

Se opuso al golpe de Estado que nombró gobernante supremo a Aleksandr Kolchak, con el que mantuvo tensas relaciones y al que privó a voluntad de suministros gracias a su control de una sección del transiberiano y del transmanchuriano.

Pudo sostenerse hasta la retirada japonesa, que lo obligó a replegarse al este en el otoño de 1920.

[7]​ Primero se lo destinó a la escuela militar de Chitá y más tarde al Lejano Oriente ruso, patrullando la frontera del río Ussuri.

[5]​ Durante su estancia en el frente occidental, forjó su amistad con su futuro subordinado, el barón Roman Ungern von Sternberg, de carácter similar.

[11]​ Los cosacos del Ural habían sido deportados a la región tras su participación en la revuelta de Yemelián Pugachov.

[12]​ En las dos principales urbes de la región, controlaban tanto las instituciones dependientes del Gobierno Provisional Ruso como el sóviet.

[3]​ La nueva autoridad política formada por consenso de las fuerzas políticas locales por esas fechas para llenar el vacío del Gobierno provisional y afrontar la toma del poder por los bolcheviques tachó a Semiónov de contrarrevolucionario y ordenó su arresto.

[20]​[4]​ Semiónov, considerado corrupto e indeseable,[20]​ parecía ser la única alternativa a los bolcheviques en la región y contaba con trenes blindados que le permitían controlar las comunicaciones de la zona a pesar de sus escasas tropas.

[23]​ Los informes británicos, favorables, hicieron que el Gobierno de Londres aprobase la ayuda al caudillo (atamán) cosaco.

[26]​[27]​ Los japoneses no sólo armaron al cosaco,[28]​ sino que le enviaron tropas especializadas para reforzar sus unidades.

[31]​ Tanto el Gobierno británico como el francés entregaron también armamento y dinero a Semiónov por las mismas fechas,[30]​ en secreto, para no perturbar sus negociaciones simultáneas con el Gobierno de Lenin para tratar de lograr su vuelta a la guerra contra los Imperios Centrales.

[32]​ A pesar de estos apoyos, en marzo Semiónov se encontraba arrinconado entre las tropas soviéticas que avanzaban hacia Manchuria y las unidades chinas en el transmanchuriano.

[35]​ La represión china era más aparente que real ya que las autoridades no desarmaron a Semiónov y se le permitió reorganizar sus fuerzas bajo protección de las tropas chinas.

[1]​ Este rechazo hizo que Semiónov, con su «Destacamento Especial Manchú» formado por buriatos, mongoles, coreanos y cosacos,[36]​ junto con los cosacos de Ussuri al mando de Iván Kalmykov y la misión militar japonesa del general Nakajima, frustrasen los esfuerzos de Kolchak en los meses siguientes en Manchuria.

[40]​ El 28 capturó Borzia y forzó la retirada de las tropas soviéticas del Ono dos días después.

[42]​ A comienzos de la campaña, se había nombrado atamán para lograr autoridad entre las tropas cosacas y roto sus lazos con Horvat en Harbin, proclamándose presidente de un nuevo «Gobierno Temporal del Territorio del Transbaikal».

[46]​ En agosto de 1918, se las arregló para consolidar sus posiciones en la región del Baikal gracias a la supresión de las autoridades soviéticas en la región por la Legión Checoslovaca,[47]​[45]​ e impuso un régimen sin piedad.

[37]​ El comandante de las tropas estadounidenses destacadas en Siberia, general Graves, describió al jefe cosaco como «un asesino, un ladrón y un canalla disoluto... que no podría haberse mantenido en Siberia ni una semana sin la protección de Japón».

[52]​ El general Iuki, comandante de la 3.ª División destinada en Transbaikalia, había afirmado: «Japón no permitirá ninguna medida contra Semiónov y no renunciará al uso de la fuerza para evitarlas».

[50]​ A pesar de sus promesas, Semiónov, al igual que sus padrinos japoneses, no envió nunca tropas al frente contra el Ejército Rojo, mantuvo el control sobre los suministros a Kolchak y los interrumpió en ocasiones.

[47]​ Sátrapas asesinos, establecieron un régimen de terror en las regiones del Amur, Ussuri y en la frontera mongola.

[60]​ La región bajo su control se extendía desde Verjneúdinsk, cerca del lago Baikal hasta el río Shilka y el pueblo de Strétensk (en el Óblast de Chitá) hasta Manchuli (Manchuria), donde el ferrocarril transmanchuriano se encontraba con la línea de Chitá, y al noreste buena parte del ferrocarril del Amur.

[59]​ Semiónov, sin embargo, no tenía un dominio total sobre el territorio, estando bajo la dirección real de las tropas imperiales japonesas que lo «apoyaban».

[65]​ En efecto, Semiónov les había amenazado con la voladura de unos estratégicos túneles que el ferrocarril tenía que atravesar al este de Irkutsk si el almirante no era liberado y se le permitía moverse sin estorbos.

[66]​ Semiónov se proclamó gobernante temporal de Siberia, sin definir con claridad sus poderes ni sus territorios.

[59]​ Sin embargo, las fuerzas de Semiónov en Siberia, mercenarias, eran poco más que matones.

[67]​[65]​[21]​ Robaban, quemaban, asesinaban y violaban a civiles que vivían en el territorio controlado por las tropas.

Estación de ferrocarril de Chitá en 1910. El control del nudo ferroviario de Chitá por Semiónov le confirió poder frente al Gobierno del almirante Aleksandr Kolchak y le permitió saquear a voluntad el transporte [ 14 ] ​ entre Siberia occidental y el Lejano Oriente ruso y Manchuria .
Semiónov, izquierda, junto al general estadounidense William Graves, comandante del cuerpo expedicionario de los Estados Unidos en Siberia .
Aleksandr Kolchak , dictador del Gobierno instalado en Omsk, mantuvo malas relaciones con Semiónov, que saqueaba sus envíos de armamento y abastos, aunque al final de su Gobierno acabó nombrándolo comandante de las tropas orientales para lograr, en vano, su apoyo militar.
Fotografía de Semenov tomada por la NKVD (1945)