Sus cotas topográficas están comprendidas entre los 643 y 687 metros sobre el nivel del mar.
Perteneció al alfoz madrileño desde la Edad Media a pesar de estar bastante alejado.
Esto hizo que Griñón tuviera, desde antiguo, un aire señorial y aristocrático.
Fue su hijo Gutiérrez Valverde y de la Cerda quién se radicó definitivamente en este municipio.
Su último señor feudal fue el marqués de Malpica y Povar.
En el edificio existente en esta finca, que la condesa utilizaba para pasar el otoño y la primavera, se ubicó el primitivo asentamiento del centro de formación, comunidad, locutorio, despensa etc. con casa anexa del capellán y cuadras, estas últimas derribadas en 1921.
Los muros son de ladrillo y mampostería en cajas.
La nave central está cubierta por alfarje con tirantes y la capilla mayor con bóveda de crucería.
A los pies de la nave y en alto está el coro.
A los pies de la nave, en bajo, está el coro, con reja, en clausura.
Hay una pintura del Cristo de Burgos firmado por Ballueca en 1688.