Su destino inicial fue Londres, donde abrió un estudio en 1934,[3] pero afianzada su relación con Horacio Coppola, fotógrafo argentino con el que había estudiado en la Bauhaus y con quien finalmente se casó, su destino final fue junto a él en Argentina, país al que llega en agosto de 1935, y donde ambos dejaron la mayor parte de su legado fotográfico.
Entre las amistades que la frecuentaban estuvieron figuras como Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Renate Schottelius, Clement Moreau, etc.
Algunas de las personalidades internacionales a las que retrató fueron Bertolt Brecht y Jorge Luis Borges.
Este trabajo incluye 150 fotomontajes realizados entre 1948 y 1952 que ilustraron una columna de la revista femenina "Idilio".
[6][7] También son de gran sensibilidad, al igual que sus retratos, sus imágenes documentales, sus reportajes urbanos sobre Buenos Aires o sobre los indígenas argentinos.