El término Grandes Retóricos (en francés grands rhétoriqueurs) se acuñó durante el siglo XIX para designar despectivamente una serie de poetas franceses de finales del siglo XV.
Su nombre procede de la "segunda retórica", que codifica la poesía.
No constituyen una escuela propiamente dicha, pero al ser personajes cercanos a los príncipes, diplomáticos, o secretarios, y comunicándose entre sí a veces, adoptaron principios de escritura similares.
Grupo innovador, afirman su virtuosismo técnico en poemas amplios y recargados, desarrollan las metáforas, abundan en juegos poéticos (acrósticos, palíndromos, rimas equívocas, calambures...).
Recientes investigaciones y trabajos (especialmente los de Paul Zumthor) han ayudado a rehabilitar el prestigio de los grandes retóricos por su afán innovador y su búsqueda estética.