fue la primera granada de fragmentación diseñada y empleada por el Ejército Imperial Japonés.
El proyecto no tuvo éxito por varias razones, entre las cuales figuraban un calibre demasiado pequeño (6,5 mm), un cañón muy largo y dificultades con la carga propulsora.
La granada Tipo 10 fue diseñada para emplearse como munición de este lanzagranadas al acoplársele una base con un fulminante y la carga propulsora.
Además podía lanzarse manualmente o dispararse desde la bocacha lanzagranadas de un fusil al agregársele una cola.
[2] La Tipo 10 fue rápidamente reemplazada en servicio de primera línea por la Tipo 91, sobreviviendo en la segunda guerra sino-japonesa y la Segunda Guerra Mundial principalmente como bengala y granada de humo.