Por igual se utilizan como pantallas para cubrir los movimientos de las unidades militares.
Las granadas de humo, comúnmente, son consideradas como no letales, aunque un uso inadecuado o incorrecto puede causas serias lesiones e incluso la muerte.
El cuerpo del dispositivo consiste en un cilindro metálico de acero con algunas perforaciones en su parte superior e inferior, esto es para permitir la salida del humo cuando la granada ha sido activada.
La reacción producida es exotérmica y el contenedor puede permanecer caliente por algún tiempo, incluso ya sin emitir humo.
Están rellenas de fósforo blanco, que es diseminado por la onda explosiva.